Lecciones aprendidas de pandemias: fortalezas y debilidades
Las enfermedades emergentes tienen origen zoonótico y están ligadas al cambio climático, subrayando la necesidad de vigilancia integrada con enfoque «One Health». Las pandemias recientes demostraron debilidades en la respuesta sanitaria, pero también mostraron el potencial de la ciencia cuando hay cooperación y voluntad política.
a. Logros científicos
El desarrollo rápido de vacunas fue un hito, posible gracias a colaboraciones internacionales. Aunque las vacunas pueden tener efectos secundarios, sus beneficios superan ampliamente los riesgos. La comunicación clara y sistemas de vigilancia de eventos adversos son esenciales para mantener la confianza pública.
b. Medidas de salud pública en contextos de inequidad
La pandemia expuso desigualdades preexistentes: acceso desigual a recursos críticos y dificultades para implementar medidas preventivas en contextos vulnerables. Muchas políticas no consideraron la diversidad socioeconómica.
c. El impacto en la educación y la salud
El cierre de escuelas afectó el aprendizaje y salud mental de niños y jóvenes, especialmente en contextos vulnerables. En salud, la reorientación hacia el COVID-19 afectó controles preventivos, resultando en diagnósticos tardíos y muertes evitables.
d. La importancia de la comunicación durante crisis sanitarias
La desinformación afectó la credibilidad de las medidas sanitarias. Se requiere una comunicación transparente y adaptada culturalmente para generar confianza y adhesión social.
e. El cuidado de quienes cuidan
Es esencial proteger física y emocionalmente al personal de salud, para prevenir agotamiento y garantizar la continuidad del sistema.
f. Reformas a la gobernanza sanitaria internacional
La experiencia del COVID-19 impulsa reformas globales para garantizar equidad en insumos, transparencia en vigilancia y financiamiento sostenible. El Acuerdo Pandémico de la OMS es una oportunidad clave.